Los trabajadores autónomos también nos veremos afectados por la subida de las cotizaciones sociales que incluye la futura reforma de pensiones.

La medida supone el aumento de las aportaciones a la Seguridad Social, para reforzar los ingresos públicos destinados a abonar las pensiones, con un incremento de 0,6 por 100 entre 2023 y 2032, pactada para los trabajadores por cuenta ajena

Esta modificación implica una aportación de 0,6 puntos por cotizaciones al fondo de reserva de la Seguridad Social y con ello intentan garantizar las pensiones de la generación conocida como el ‘baby boom’, es decir los 7,7 millones de españoles nacidos entre 1957 y 1977.

Teniendo en cuenta que las cotizaciones son ya del 30 por 100, por cierto, las más elevadas de Europa, esto supone una nueva carga para el autónomo, que en su gran mayoría tiene grandes dificultades para llevar a final de mes, a pesar de que se ha anunciado como una reforma de carácter temporal, que tendrá su efecto entre los años 2023 y 2032.

No sabemos como estaremos económicamente los pequeños autónomos en 2032, pero lo que sí tenemos claro es que, en 2021, 2022 y 2023 difícilmente vamos a recuperar nuestra degradada situación económica.

De los 0,6 puntos, 0,1 se descontarán de la nómina del trabajador (el que lo tenga), mientras que el 0,5 correrá a cargo de la empresa. Todo con el objetivo de alcanzar una recaudación aproximada de 50 mil millones de euros en 2032; es decir, en un total de 10 años.

Todo esto en un contexto económico, en el que, como dato importante, el 87% de los más de 3,3 millones de autónomos de España cotiza por la base mínima, o lo que es lo mismo, pequeños autónomos que no pueden aportar una cantidad mayor para garantizar su jubilación, siendo esta una de las grandes preocupaciones del colectivo, que ve como su jubilación no va a ser precisamente una jubilación tranquila en lo económico, después de toda una vida laboral.