El Profesor Txema Ramírez de la Piscina, apuntó en noticiasdeguipúzcoa.com que el modelo de periodismo de las dos últimas centurias se está cayendo a pasos agigantados y no existe un modelo claro de supervivencia.
El Foro Mundial de los Editores, que se reunió en Hamburgo en 2010, hizo unas previsiones muy negras. Dijo que para 2015 se espera que la venta de prensa diaria descienda un 50% y que el 55% de los lectores van a migrar hacia teléfonos inteligentes y tabletas. No es que internet sea el futuro, es el presente y casi parte de nuestro pasado. A su juicio, “la patronal está obsesionada, y en parte es normal, con conseguir la rentabilidad de las ediciones electrónicas”, aún a sabiendas de que el 85% de la publicidad que entra en los diarios lo hace para su edición impresa.
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Txema Ramírez de la Piscina |
El problema es hasta qué punto vamos a ser capaces de conjugar la celeridad con la calidad, que esa instantaneidad que exigen las ediciones electrónicas no provoque accidentes, evitar que se vuelque la información en bruto sin contrastar.
Eso puede provocar, y está provocando de hecho, que se dé prioridad a ese fast journalism (periodismo rápido) que comporta un descenso de la calidad. Hay quienes se preguntan si no estamos en el umbral del fin de los reportajes, de los análisis o del periodismo de investigación. Creo que hay que apelar a la función social que han tenido los medios y la prensa en particular para ejercer su labor de control de los poderes en general y “hacerse valer” y recalca que “se insiste en dar solución al problema de la rentabilidad y se está dejando de lado la preocupación por la calidad”.
Algo se debe estar haciendo mal cuando en medio de toda esta marea de bajada de ventas, periódicos como LE MONDE y LE FIGARO vendieron un 3% más en 2011 apostando por su propio tipo de información.
El estudio European Communication Monitor (ECM) sostiene que los medios impresos son el canal mejor considerado por los responsables europeos de departamentos de comunicación. Gran parte de los analistas creen que los periódicos impresos seguirán existiendo, pero sus destinatarios serán los sectores más exigentes e influyentes de la sociedad. Las encuestas dicen que la prensa es el medio en el que más confían los ciudadanos, casi el doble que en la televisión.
Además, solo se puede hablar de crisis del papel en algunos países europeos y EEUU porque en Sudamérica y Asia las ventas llevan varios años creciendo dos dígitos. En el mundo hay más de 2.300 millones de lectores de periódicos, lo que pone unos límites geográficos definidos a esta época de transición.





