En la red no paran las noticias que aseguran que los departamentos de impresión de los periódicos se están separando de la matriz empresarial para reducir costes y personal, sobre todo ahora que los expedientes de regulación de empleo (EREs) están a la orden del día.
El primer grupo de comunicación importante que ha emprendido esta deriva ha sido VOCENTO, que a finales del 2008 llevó a cabo un acuerdo con BERMONT para sacar fuera las plantas de impresión de diario ABC en Madrid. El resto de periódicos están viendo que ese camino –desprenderse de la gestión de la impresión del diario- es el adecuado para ahorrar puestos de trabajo de la plantilla y recursos superfluos del grupo empresarial, aunque, ciertamente, los sindicatos están detrás para vigilar cualquier operación empresarial que perjudique a sus empleados.
Tras la estela de VOCENTO, el grupo PRISA anunció que segregaba EL PAIS en cuatro empresas, redacción, administración, servicios y publicidad, manteniendo las mismas condiciones laborales de sus empleados, en todas ellas, como hasta ahora. Los trabajadores están vigilantes por si estas premisas no se cumplieran.
Por último, y desde esta perspectiva de la segregación de las operadoras de impresión de los periódicos, tenemos la situación de UNIDAD EDITORIAL (EL MUNDO, MARCA), donde la empresa CORPORACIÓN BERMONT se encargará de la impresión de todas las cabeceras del grupo editorial durante los próximos diez años, una vez que la corporación esté controlando el 63% de la sociedad. Aunque en fechas pasadas se cernía sobre sus empleados la amenaza de despido de unos 400 trabajadores, puesto que UNIDAD EDITORIAL contemplaba una reducción de 30 millones anuales de salarios como medida ineludible para salvar la situación del grupo.
Todo se está moviendo a una gran velocidad y los grandes grupos de comunicación se asemejan, más que nunca, a los boxes de un gran premio de Fórmula uno: hay muchos nervios y no se sabe qué decisión tomar.





