Después de la reciente noticia, conocida tanto por los quiosqueros como el resto de la sociedad, sobre el regreso de la venta de tabaco a todos los quioscos —de vía pública y de planta baja— se han producido opiniones en distintos medios de comunicación que reflejan, como poco, el desconocimiento de la normativa presente y pasada y de la situación comercial de los quioscos de venta de prensa.
Días después de producirse esta gran noticia que permitía volver a vender tabaco en todos los quioscos de venta de prensa aparecieron voces desde asociaciones diversas contra el consumo de tabaco que tachaban este hecho como “un paso atrás”, puesto que —argumentaban— permitía un acceso más fácil del público juvenil al consumo de tabaco y aducían que “en ningún caso los beneficios marginales de los quiosqueros, vendedores de prensa y otros sectores que participan en la distribución del tabaco deben estar por encima de la protección de la salud de los menores”. Otra asociación del mismo sector la calificaba de “muy negativa” a la vez que mantenía que “hay otros medios para mantener el poder adquisitivo de los vendedores de prensa”.
¡Sorprendente!, sencillamente sorprendente. Pero, por favor, no se queden sólo en esta histórica reflexión que acaban de hacer, si conocen cuales son esos “otros medios para mantener el poder adquisitivo” de los quiosqueros díganoslo, por Dios, no se los callen, que nosotros estamos esperando desde hace mucho tiempo esa privilegiada información que permita el cese de la sangría de cierres de establecimientos comerciales en nuestro sector. Debe ser que los integristas contra el consumo del tabaco, con tal de llegar a sus objetivos no tienen reparos en llevarse por delante a quien sea, en este caso a los quiosqueros. Y no caen en la cuenta de que si un producto comercial es legal, como hoy en día es el tabaco, se debe poder vender en todos los comercios “legales” de nuestra sociedad. Es curioso que no hayan dicho que el tabaco tampoco se venda en otros sitios de distribución, no, se fijan sólo en su venta en los quioscos. Es evidente que para estas asociaciones médicas el hecho de que un quiosco cierre —porque la ausencia de venta de tabaco le haya mermado la afluencia de clientes— no les importa en absoluto, aunque la salud de toda esa familia que depende del quiosco se haya resentido tanto que puedan morir por malnutrición.
A estos opinadores más que calificarlos de malvados habría que tacharlos de desconocedores de la realidad, y en este caso, de ignorantes totales de la realidad del vendedor de prensa y del quiosquero tradicional.
Argumentan que habría que buscar otros medios, como si los quioscos tuviéramos una permanente profusión de ofertas comerciales infinitas que pudieran sustituir productos de venta de una forma aleatoria. Oigan, si dicen que los quioscos no deberían vender tabaco y para paliar el déficit comercial se debería buscar otras ofertas comerciales digan cuales serían y no dejen la frase en otros medios. Así todos sabemos pontificar.
Pero eso no es todo, buceando y buceando en la red nos encontramos con otro tipo de reflexiones que evidencian que la propia sociedad no conoce en profundidad la situación actual con relación a la venta del tabaco en el segundo canal de distribución. Hace poco nos topamos con un artículo de opinión publicado en el ABC de Toledo que siendo crítico —pero en el sentido totalmente contrario, es decir, defendiendo a los fumadores y a los propietarios de locales que tuvieron que hacer reformas para cumplir con la ley— sin embargo cuando argumentaba sobre la voracidad de las arcas impositoras dice que “se extiende a los quioscos de prensa en los que no existía este negocio”.¿Cómo es posible que se diga que la venta de tabaco no existía en los quioscos? Es, precisamente, al contrario. Los quioscos de prensa hemos sido históricamente el punto de venta más importante del segundo canal de distribución, sólo que, por desgracia, hemos tenido un paréntesis (menudo paréntesis) de cuatro años en el que se nos ha arrebatado ese derecho. Por eso decimos que también la falta de información sobre la problemática que hemos soportado los quiosqueros durante estos años nos ha dejado un regusto de soledad e incomprensión.
Pero no todo lo que se publica en internet y en medios escritos al respecto es negativo. Por ejemplo Juan Vicioso, presidente de la Federación de Asociaciones de Vendedores de Prensa, en declaraciones a Servimedia estima que la vuelta a la venta de tabaco en locales comerciales puede reportar hasta un 40% más clientes en los establecimientos, lo que implicaría poder contar con un empleado más al año. Para Vicioso “no es que nos proporcione especial alegría el hecho de vender cigarrillos, sino que constituía una injusticia. O todos o ninguno”.
Por su parte, Antonio Sande, presidente de CONADIPE, en declaraciones a LA VOZ DE GALICIA y ante lo expresado por el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo calificando duramente la ley, ha calificado las críticas de “soberana estupidez”, y se preguntaba irónicamente “¿fomentamos el alcohol al tener un Estado con uno de los mayores índices de locales de hostelería?”.





