La circular de la Junta Directiva de la Asociación Profesional de Vendedores de Prensa de Valencia y Provincia (APVPVP), de la que se dio cuenta elkiosco.info el pasado 11 de marzo, referente a un nuevo sistema de recarga que requerirá que los puntos de venta no sólo estén informatizados, sino con conexión a Internet, viene a confirmar lo que vengo diciendo no de ayer ni de antes de ayer, sino desde hace algunos años ya.
Durante ese dilatado período de tiempo he sostenido ?con palabras y con hechos? la idea de que la informatización de los quioscos era una necesidad y, mucho más que eso, una necesidad urgente.
Desde mi modesto radio de acción, además, he tratado de combatir un concepto bastante absurdo pero que, por desgracia, había calado entre algunos compañeros: eso de que la informática era un «mal necesario» que, además, podía, de una u otra manera, eludirse.
Pues bien, una vez más me ratifico en la idea contraria. Ni la informática es un «mal necesario» ni, como consecuencia de la citada circular, es conveniente darle el esquinazo.
El quiosquero, a costa de pérdida de competitividad, es muy dueño de no informatizar su negocio. ¡Allá cada cuál con el horizonte que pretenda labrarse! Pero es que ahora los tiros apuntan más lejos. Quienes no estén informatizados y quienes además carezcan de conexión a la «red de redes», simple y llanamente, se van a quedar fuera del reparto de esta tarta.
Miremos a nuestro alrededor y se podrá comprobar que pocos establecimientos de las más diversas actividades que existen no emplean la informática. Pocos, muy pocos. Forma parte del mobiliario de la tienda ese componente necesario para conectar con la central de compras de la cadena, además no existe producto por minúsculo que sea que no esté bajo el control de la informática.
Pensemos por un momento en todas aquellas iniciativas empresariales que, debido a su enorme ductilidad y cuantioso ahorro, van a utilizar las llamadas «tarjetas sin contacto» y, además, vean en la extensa red de quioscos una extraordinaria vía de penetración.
Lógicamente, aquellos puntos de venta que se «adapten» tendrán mayores posibilidades de sobrevivir, mientras que, por el contrario, los compañeros que se aferren a un pasado que la sociedad está dejando atrás a marchas aceleradas, tendrán un futuro muy poco halagüeño.
Limpieza, orden, iluminación, amplitud, exposición e informática, será lo que la sociedad, nuestros clientes, demanden de cada uno de nosotros, siendo ya varios los puntos de venta con estas condiciones que ven día a día como le van comiendo clientes al vecino, ya que después del estacazo de la «ley antitabaco» no es como para quedarse dormido, siendo este nuevo tipo de productos un pequeño balón de oxígeno para recuperarse.
Quizá mis palabras chirríen y hasta puedan resultar algo desagradables. No es esa, desde luego, mi intención. Antes al contrario ?y desde la autoridad que me da el haber hecho una apuesta seria y decidida en pro de la informatización del sector?, siempre me ha gustado estar con los pies en la tierra e ir por la vida con la verdad por delante.
José Miguel Sánchez
[Tesorero de la APVPVP]