Existe un triste axioma en el mundo del quiosco que, poco más o menos, afirma que, ante una catástrofe, la venta de periódicos se dispara. O, dicho de otra manera, que las malas noticias venden. Ni un solo quiosquero valenciano, ni la Asociación que los representa, ni quienes hacemos posible elkiosco.info hubiéramos deseado este incremento a costa de la vida de unos seres humanos, a los que el infortunio arrancó de cuajo la vida, y a otros tantos les dejó heridos.
El destino nos ha jugado una mala pasada en vísperas de la excelente noticia que suponía —que supone— el Encuentro Mundial de las Familias y la inminente visita del Papa Benedicto. El accidente que tuvo lugar el pasado lunes en los aledaños de la estación de Jesús, de la línea 1 del Metro, nos ha marcado a todos y para siempre. Es ese tipo de noticias que jamás desea imprimir un editor ni repartir un profesional de la venta de prensa. Sin embargo, y muy a pesar nuestro, con dolor y tristeza, los quiosqueros valencianos han servido, una vez más, de nexo de unión entre informantes y opinión pública, como no podía ser de otra manera en una sociedad que, día a día, aspira a estar bien informada y a conocer la verdad.
Desde esta tribuna electrónica queremos hacer llegar a los familiares y amigos de las víctimas, en nombre todos los quiosqueros y de la Asociación Profesional de Vendedores de Prensa de Valencia y Provincia (APVPVP), nuestro más sentido pésame y nuestra solidaridad.
Ni qué decir tiene, que a la espera estamos de que todos los heridos que aún permanecen en establecimientos hospitalarios se recuperen y regresen a sus hogares lo antes posible.





