Durante este mes nos están llegando los recibos de consumo eléctrico de nuestros hogares y negocios. Durante este mes seremos conscientes del último aumento de la factura eléctrica que entró en vigor el pasado 3 de agosto, que según se argumentó en su día, se llevó a cabo para “acabar con el déficit de tarifa” (o eso dicen, pero que nadie entendemos lo que es).
Pues bien, entre 2003 y 2011 la factura eléctrica aumentó en España un 63 por 100 y concretamente desde el comienzo de la crisis la factura de la luz se ha encarecido un 57 por 100, siendo la más cara de la Unión Europea para el consumidor doméstico (a excepción de Irlanda y Chipre). Desde enero del pasado año nuestra factura ha aumentado un 8 por 100.

La filosofía de esta nueva tarifa consiste en “premiar el mayor consumo”, es decir al que más consuma la energía la paga más barata, por lo que así salen perjudicadas las economías familiares, autónomos y pymes, frente al beneficio de las grandes empresas.
El Presidente de OPA (Organización Nacional de Profesionales y Autónomos) Camilo Abiétar, en unas declaraciones recientes manifestó que las pymes y autónomos… “tendrán que asumir en su ya de por sí maltrecha economía el aumento estipulado, mientras que, por otro lado, verán reducidos sus ingresos como consecuencia del descenso del poder adquisitivo de muchos ciudadanos que, al disponer de menos liquidez, consumirán menos”.
De momento y únicamente por lo que al gasto de energía eléctrica respecta, desde enero de 2012 hasta hoy nuestros beneficios han descendido un 8 por 100, a esto sumemos el aumento del I.V.A., del carburante, de los productos de primera necesidad, el descenso del consumo, etc., etc., etc. VAMOS PARA SALIR CORRIENDO…





