Durante los últimos meses —no es un secreto para nadie— con la aparición de la crisis y su agudización, la situación económica del pequeño comercio se ha hecho insostenible. “300.000 autónomos estamos al borde del precipicio”, tal y como ha indicado en la tertulia de “Los Desayunos de TVE” del pasado martes Lorenzo Amor, presidente de los autónomos españoles (ATA). Sabemos y constatamos —es un hecho cierto con solo mirar las colas de las oficinas de empleo— que la crisis económica está “pegando un palo” a todos los sectores productivos de nuestra sociedad, sean pequeños o grandes.
Sin embargo, muy poca gente se acuerda que los quiosqueros ya tuvimos nuestra dosis de crisis y como en un sueño que se proyecta sobre el pasado, tuvimos la experiencia de vivir en carne propia lo que ahora todo el mundo sufre. Me estoy refiriendo a lo que para el quiosco de prensa —y sobre todo para el quiosco de planta baja— supuso la “Ley antitabaco”.
Si ahora cualquier pequeña y mediana empresa se lamenta de pérdidas del 40% por la crisis, le diría que se ponga a la cola, porque nosotros ya hemos soportado, hace unos años, esa misma situación. Hoy toda la sociedad está atravesando una época de vacas flaquísimas, pero anteriormente nuestro colectivo ya sufrió un zarpazo mucho peor, un revés que recortó nuestra capacidad de negocio en proporciones similares a las que hoy en día todo el ámbito comercial está experimentando.
Por ello, y ahora que todo el mundo está pidiendo al gobierno ayudas, subvenciones, planes de actuación urgentes, apoyo institucional, etc., etc., desde Valencia y para todo el colectivo de quiosqueros españoles vamos a poner en marcha peticiones de soluciones para nuestro sector, con algo tan sencillo como que nos permitan volver a vender tabaco —dejando atrás posiciones simplistas y maniqueas— entendiendo que en una economía libre de mercado no se pueden poner límites discriminatorios y leoninos. Vamos a intentarlo, puesto que la situación en la que nos encontramos debe animarnos a buscar soluciones, y ésta que expongo puede ser, perfectamente —y si la clase política es sensible a ello— posible, puesto que retomaríamos una situación comercial —con la venta de tabaco en todos los quioscos— anterior a la entrada en vigor de la ley.
Recuerdo ahora todas las movilizaciones que en Madrid y en el resto de España llevamos a cabo los quiosqueros en defensa de la economía de nuestros comercios. La situación actual de crisis —en lo que comporta como pérdida de ventas— ya la hemos vivido nosotros antes y parece ser que, en su momento, no fue entendida. Muchos pensaron que en aras de la salud bien estaba que algunos puntos de venta —los quioscos— “pagaran el pato”. Eso sí, se podía vender en todos los sitios donde antes se vendía, menos en los quioscos. Ahora podemos recuperar, si nuestra presión es entendida positivamente, una cierta parte de nuestra bajada de ventas. No es una petición más y sé que es muy difícil, pero es de justicia. El quiosco de prensa, el quiosquero, debe recuperar algo que se le quitó cuando la situación económica y de crisis todavía —aunque ya estaba asomando las orejas— no había aparecido.
Como este tema es asunto que muchos dirigentes locales y nacionales del sector queremos volver a poner sobre la mesa, seguiré incidiendo en próximos artículos. Vamos a ver si, entre todos, podemos recobrar antiguas condiciones comerciales que parece mentira que se nos hayan arrebatado con tanta impunidad.
Ana Valle Moya
Presidenta de la APVPVP





