

La Asociación Nacional de Distribuidores de Publicaciones (ANDP) ha realizado un informe de gran interés para el sector de las Publicaciones Periódicas sobre la evolución de los puntos de venta a lo largo de los últimos años, especialmente en estos momentos por los grandes cambios acontecidos en los hábitos de compra, lo que ha generado la aparición de transformaciones en el sector y nuevas formas de llegar a los consumidores.
En lo que respecta al número de puntos de venta (kiosco/local de prensa) en la provincia de Valencia, se ve claramente un descenso preocupante. Poniendo como ejemplo el antes y el después de la pandemia, en el año 2018 existían 680 y en 2024 continuaron abiertos tan sólo 341.
La Asociación Profesional de Vendedores de Prensa de Valencia y Provincia, junto con otras asociaciones de nuestro país, ante el incesante cierre de quioscos de prensa y revistas, trabajan en una de las causas que provocan esta situación.
Si bien gran parte de este declive se atribuye a factores estructurales como la digitalización de la información, los cambios de hábitos de lectura y sucesivas crisis económicas, existe una causa menos visible pero decisiva en la inviabilidad del negocio tradicional de los quioscos: el modelo de distribución y facturación de la prensa.
Es necesario adaptar el sistema de facturación en el canal de distribución de revistas, estableciendo como modelo único el sistema de facturación por ventas reales, es decir, cargo y abono.
Esta medida resulta imprescindible para asegurar la viabilidad económica de los puntos de venta, que arrastran unos ajustados márgenes de ganancia, evitando así una situación de asfixia financiera generalizada en el sector.
Tenemos claro que los aplazamientos que llevan a cabo los distribuidores, tras las negociaciones con las asociaciones, son una ventaja que hace años no se tenía, pero es una medida claramente insuficiente a la vista del estudio presentado y de la realidad que viven las asociaciones de vendedores.
Las consecuencias de este modelo provocan en el negocio una elevada carga financiera, ya que registra como deuda un importe que no se corresponde con los ingresos reales, además de un desequilibrio contable y fiscal, debiendo declarar un IVA o recargo de equivalencia sobre productos no vendidos, que, junto con un desfase temporal entre la recepción del producto, la devolución y el abono, provoca en el punto de venta una inviabilidad económica, especialmente grave para los pequeños quioscos.
Del mismo modo, a muchos puntos de venta de nueva apertura o traspaso les resulta imposible darse de alta en todas las distribuidoras por la carga económica que supone, a pesar de que los distribuidores han puesto de su parte mejorando condiciones mediante avales, etc.
No es de extrañar, entonces, que muchos profesionales señalen este desequilibrio en el modelo de distribución como uno de los golpes que están “rematando” al sector, junto con la caída de ventas.
Aplicar este principio al mundo de la prensa eliminaría de raíz el adelanto financiero indebido. El quiosco pagaría sobre caja realizada, y no sobre previsiones, mejorando así inmediatamente su liquidez (no tendría que adelantar dinero por ejemplares o colecciones no vendidos) y su contabilidad reflejaría una imagen fiel de la actividad (ingresos y gastos reales de cada periodo).
Debemos hacer viable un reparto de riesgo más equitativo entre editor, distribuidor y vendedor.
En conclusión, revertir la desaparición de los quioscos de prensa en España exige no solo enfrentarse a los cambios tecnológicos, sino también corregir desajustes históricos en el modelo de negocio, entre ellos el sistema de distribución y facturación que permitiría hacer más llevadera la asfixia financiera.
Solo así, liberando al quiosquero de ser un “financiador involuntario” del sistema, podremos frenar la extinción de estos emblemáticos puestos de prensa y asegurar su viabilidad en el futuro próximo.
Y en todo esto está inmersa nuestra asociación, dispuesta a llevar a cabo todo aquello que permita a nuestros puntos de venta “respirar”.