

A pesar de haber recuperado la actividad, cuatro de cada cinco trabajadores por cuenta propia consideran que su negocio está igual o peor que hace un año, especialmente por el incremento de los gastos. Así se desprende del XVII barómetro trimestral publicado recientemente por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA). “Hay más actividad en el año 2023, pero los autónomos a final de mes ganan igual o menos que en 2022″.
Únicamente el 20,8% de los autónomos asegura que su negocio ha crecido en el último año, frente a un 45,6% que estima que la situación se ha mantenido igual y un 33,6% que considera que la evolución ha sido negativa.
Las perspectivas no son mejores para los próximos meses, ya que solo uno de cada cinco autónomos espera que su negocio crezca en lo que queda de 2023, frente a un 37,8% que considera que se mantendrá igual y un 32% que opina que menguará. Esa percepción negativa se ha plasmado en la facturación.
Tres de cada cuatro autónomos afirman que sus ingresos se han mantenido (38%) o han disminuido (38,1%) con respecto a marzo de 2022. Entre aquellos cuya facturación se ha visto perjudicada, en la mayoría de casos, la caída ha oscilado entre un 10% y un 15%.
En particular, lo que más ha afectado a los autónomos ha sido la inflación, las cotizaciones e impuestos y la subida del precio de los carburantes y del coste de las materias primas, así como el alza en el precio de la luz.
Los trabajadores por cuenta propia también se ven afectados por las subidas en los alquileres y los tipos de interés. Seis de cada diez autónomos cuentan con gastos de hipoteca.





