Jaime Castellanos, presidente ejecutivo del grupo Recoletos ?editor, entre otras publicaciones, de los diarios MARCA y EXPANSIÓN? fue elegido, el pasado día 17 de noviembre, nuevo presidente de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE), durante la asamblea general anual de la organización, celebrada en León, y en sustitución de Antoni Cambredó,consejero del Grupo Godó.
El nuevo presidente de AEDE, en sus palabras de toma de posesión, apuntó la necesidad de que «los editores deben apostar por las ventas de mayor calidad, las que corresponden a difusión en quioscos y suscripciones pagadas», y señaló la urgencia de «dotar de más y mejores recursos a las redacciones de los diarios y los contenidos que generan, como elemento clave para ser más competitivos».
Jaime Castellanos también se refirió a los problemas que sufre la distribución de periódicos en España, debido al descenso del número de quioscos y recordó a la administración del Estado que, al contrario que en otras industrias culturales, la edición de diarios está discriminada al no disfrutar del IVA a tipo cero.
La opinión de Antoni Cambredó
Por su parte, el presidente saliente, Antoni Cambredó, en declaraciones a la prensa mostró su convencimiento de que los diarios convencionales podrá convivir con la los informativos electrónicos, y que los editores españoles ven el crecimiento del sector de la comunicación en la red «no como un problema».
Dijo estar confiado en que la prensa tradicional sobrevivirá a la expansión de la información en Internet, y eso «a pesar de que nos encontramos en un momento en el que varios gurús de la comunicación ya vaticinan que la prensa escrita desaparecerá dentro de varias décadas». «Ya nos hemos acostumbrado ?añadió Antoni Cambredó?, con casos como la llegada de la radio, de la que se dijo que acabaría con la prensa», y apuntó que diarios e informativos electrónicos convivirán, «porque cada medio busca su hueco, su segmento», ya que el lector de prensa clásica «busca, sobre todo, opinión» frente a otros soportes, como el digital, donde prima la información y en el que el ocio y la crónica social tiene un mayor peso.