Valencia, 26 de enero de 2017.

Estamos finalizando enero y el número de puntos de venta que han echado el cierre son demasiados.

La caída de ventas de periódicos y revistas, unida a la difícil relación con los grandes grupos editores y las distribuidoras, continúan situando a los vendedores de prensa al borde de la quiebra.

La crisis económica, unida a la crisis del papel en los últimos ocho años, han ido dejando cadáveres por nuestras ciudades, en una tendencia que se ve agravada por algunas prácticas comerciales de los editores, que en su búsqueda de alternativas que los saquen del atolladero dejan muchas veces de lado a quienes han sido históricamente una parte fundamental de su modelo de negocio.

El otro frente abierto de los quioscos llega de la mano de algunos distribuidores, las empresas que llevan los periódicos y las revistas al punto de venta, que recogen los no vendidos y que facturan la diferencia. Son, según coinciden en señalar todos los quiosqueros, el principal condicionante para la actividad del día a día, llegando a convertirse en una auténtica losa en el camino de la rentabilidad.

Elevados costes de reparto, cupones de suscripciones, anuncios de… “se lo enviamos a casa” por mucho menos, diarios que en algunas ciudades se envían temporalmente y de forma gratuita a los domicilios y un sinfín de despropósitos por parte de algunos editores y distribuidores, solo están consiguiendo que los quiosqueros cada vez trabajemos más por menos y eso en el mejor de los casos.

Ahora, con la crisis económica algo más atenuada, según dicen, y después de haber apostado en serio por la diversificación y la digitalización, los puntos de venta seguimos sufriendo como si el tiempo se hubiera detenido para nosotros.

En mayo de 2014, editores y distribuidores de revistas crearon un “Foro de Comercialización de Publicaciones Periódicas” como un órgano especializado en el análisis, debate y tratamiento de los problemas que afectan al sector y con el fin de constituir así una plataforma para la presentación de propuestas y medidas de apoyo.

Los presidentes de AEDE (Asociación de editores de diarios españoles), ARI (Asociación de revistas de información), ANDP (Asociación Nacional de Distribuidores de publicaciones) y UDNE (Unión de distribuidores nacionales de ediciones), en esa reunión reiteraron la necesidad de apoyar a la red de puntos de venta y particularmente a los puntos de venta especialistas en la comercialización de publicaciones periódicas.

Ya vamos para tres años de esa declaración de intenciones y la situación no mejora, además son los propios distribuidores de publicaciones, concretamente ANDP (Asociación Nacional de Distribuidores de Publicaciones), los que en un informe emitido el pasado año reconocieron que entre 2010 y 2015 (en plena crisis) se perdieron 2.642 puntos de venta en España, el 10% de los 26.089 puntos que existían en diciembre de 2010. Concretamente entre 2012 y 2015 se cerraron 629 quioscos de prensa, 900 de papelerías, 900 de locales de proximidad, y 200 de otros.

Ayer mismo, la Asociación Nacional de Distribuidores de Publicaciones convocó una reunión en Madrid a la que asistimos, además de nuestra Asociación, COVEPRES, ANVP, la Asociación de Vendedores de Prensa de Madrid y la Asociación de Vendedores de Prensa de Barcelona, para tratar diferentes temas que preocupan al sector e intentar llevar una estrategia conjunta.

La pérdida de cada uno de los quioscos afecta a la facturación del sector, pero nadie toma medidas serias de verdadero apoyo a la red de ventas.

A cambio de lo poco o nada que recibimos, tienen toda nuestra disponibilidad para vender su producto 365 días al año y así nos lo pagan.

Algo no funciona, pero los que tienen en su mano solucionar los problemas miran para otro lado dando continuamente palos de ciego, lo peor de todo es que el punto de venta se convierte en un efecto colateral de una gestión pésima. Si se utilizaran los mismos esfuerzos en construir que en destruir no estaríamos “todos” donde estamos.