Los momentos de confianza vividos a finales de 2017 con la entrada en vigor para el siguiente año de las nuevas medidas aprobadas para los autónomos, anunciando un 2018 como un año de consolidación y recuperación, contrastan con las cifras resultantes una vez pasado el mes de julio.

Un 30% de las altas durante el primer semestre se dieron en el sector servicios, fundamentalmente en hostelería y comercio, pero curiosamente hay paralelamente un incesante goteo de cierres de establecimientos de pequeño comercio y hostelería en este país.

Julio ha registrado la mayor caída de afiliación de autónomos desde el año 2009. Aunque en realidad el mes de julio ha sido un mes históricamente con caída de autónomos, este año ha marcado un récord, superando con mucho la pérdida de afiliaciones en julio de 2009, en plena crisis económica.

Casi todas las Comunidades Autónomas perdieron afiliados, pero especialmente la Comunidad de Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana, son las que han perdido siete de cada diez autónomos de nuestro país.

Refiriéndonos en concreto al pequeño comercio, que es el colectivo en el que nos enmarcamos los puntos de venta, pensamos que tres son los factores fundamentales que provocan el cartel de cierre:

  • La entrada en vigor de la Ley de Autónomos este año continúa dejando muy desprotegido a nuestro colectivo en cuestiones tan importantes como enfermedades, bajas y jubilaciones.
  • Por otro lado, las noticias anuncian a bombo y platillo el increíble aumento de las ventas por internet en casi un 300%, pero este no es el caso, ni por asomo, del pequeño comercio, ni del comercio de proximidad.
  • Además de los factores que hemos indicado, a los que no hay que perder de vista, concretamente al vendedor de prensa se le unen en su contra las bajas comisiones, los abusos de los monopolios y la falta de una legislación que regule de una vez por todas este sector, en este caso doblemente desprotegido.