Valencia, 11 de septiembre de 2017.
Transcribimos íntegramente el escrito que los vendedores de prensa de nuestro país están entregando a sus clientes de coleccionables, hartos ya del injusto trato que reciben de muchos editores en lo que a coleccionables se refiere. Verdaderamente es un “sin sentido” y un “abuso” por su parte.
Algunos editores han tratado de paliar este abuso con la “reserva garantizada”, pero siguen promocionando la suscripción del cliente.
“Estimado cliente:
¿Se imagina un comercio donde compra un producto y en su interior encuentra una publicidad que le invita a no volver a comprarlo en ese comercio? Parece surrealista, ¿verdad? Pues existe: somos los quioscos de prensa.
Esta increíble práctica la llevamos padeciendo desde hace muchos años, lo cual incluso sirve de argumento para los editores para continuar haciéndolo. Parece que somos imprescindibles para presentar los primeros números a nuestros clientes, números que suelen tener un precio que en muchas ocasiones rondan 1-2 euros, por lo que el beneficio para el vendedor es mínimo.
Aparte, por si fuera poco, suelen venir acompañados de aparatosos y voluminosos cartones para captar tu atención, sin tener en cuenta el espacio del que disponemos y la cantidad de publicaciones que debemos enseñar. Después, el quiosco se convierte en una pieza prescindible y el editor te invita a continuar, tras multiplicar el precio, pero enviándotelo a casa. Para ellos, nuestra labor ya ha finalizado. Nuestro cliente se convierte en el suyo y nosotros ya no somos nada.
No me malinterpretes. ¡Por supuesto que cada uno debe decidir qué vía es más cómoda y dónde y cómo quiere comprar! pero ¿acaso es justo que nos utilice como meros vehículos para llegar hasta ti para luego alejarte de tu quiosco de prensa?
Hoy estás a punto de empezar esta nueva colección. Dentro de ella te invitarán a suscribirte para enviártelo a casa o a Correos, y que dejes de visitar tu quiosco, pero yo quiero recordarte algo:
Soy el quiosquero de tu barrio! tengo el quiosco abierto desde muy temprano y sabes hasta qué hora estoy a tu disposición.
Ante todo, soy un profesional. Recogeré tu ejemplar y lo guardaré hasta que vengas a retirarlo.
Si tienes un problema, puedes venir a verme. ¡Estoy muy cerca de ti! Yo me encargaré de dar con una solución para que acabes la colección.”