Definitivamente el “tiro al blanco” contra los quiosqueros no sólo se ha consolidado, sino que se ha puesto de moda. En concreto, los quiosqueros valencianos, que ya no podrán suministrar petardos a los menores de 12 años y que antes de la entrada en vigor —3 de febrero pasado— de la Orden de la Presidencia 174, de 31 de enero de 2007, podían venderse a partir de 8 años.
Dicha Orden [puede consultarse en nuestra sección de Legislación y documentos], firmada por la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, María Teresa Fernández de la Vega Sanz, actualiza las instrucciones técnicas complementarias números 8, 15, 19 y 23 del Reglamento de explosivos, aprobado por Real Decreto 230/1998, de 16 de febrero y, al parecer se escuda en la “normativa europea”, una normativa que, por supuesto, no podemos por menos que tachar de alarmista, regresiva y uniformizadora, ya que desatiende totalmente la especial idiosincrasia de un pueblo que, como el nuestro, no entiende la fiesta sin el olor a pólvora.
¿Qué dijo ayer la prensa?
Tanto LEVANTE-EMV, como LAS PROVINCIAS y la edición local de EL MUNDO se hicieron eco ayer, día 5, de este nuevo ordenamiento jurídico pero, desde nuestro punto de vista, sin entrar en el fondo de la cuestión y, en particular, en las repercusiones absolutamente negativas que para los quiosqueros valencianos va a tener.
LEVANTE-EMV, tras reconocer que el “endurecimiento de la normativa sobre la venta de petardos ha sobresaltado al mundo fallero”, no habla en absoluto del sector de vendedores de prensa, el más castigado, sin duda, por la medida.
LAS PROVINCIAS, sin embargo, sí que apunta al sector como uno de los más perjudicados con este titular: “Los kioscos ven imposible controlar la edad de los niños a los que se venden petardos”, pero se limita a afirmar en su información que “los kiosqueros están preocupados porque la normativa se aprueba justo un mes antes de que comiencen las Fallas”, cuando lo cierto es que los quiosqueros, antes que “preocupados”, estamos indignados.
EL MUNDO, contundente en el titular —“El Gobierno central prohíbe el uso de petardos a los menores de 12 años”— se limita, no obstante, a hacer una descripción plana de la nueva situación, sin tampoco entrar en el nudo gordiano del problema.
Declaraciones de José Miguel Sánchez
El tesorero de la Asociación Profesional de Vendedores de Prensa de Valencia y Provincia (APVPVP) y miembro de la Junta Directiva de la misma, nuestro compañero José Miguel Sánchez, hizo ayer unas declaraciones que, en su edición de la tarde, recogía en informativo en la red de Terra.
En esta información se afirma que la Asociación valora “en 3.000 euros las pérdidas medias de un quiosco durante la semana fallera” y, tras calificar de “perjudicial” la Orden, José Miguel señala que los quioscos se convierten así en “el sector más afectado, sobre todo en Valencia, precisamente en las fiestas falleras”.
Si la recaudación por la venta de productos pirotécnicos en la semana fallera representa el 30% de las ventas generales de los quioscos, las pérdidas para los vendedores por la entrada en vigor de la normativa será “bastante cuantiosa”. Cifras negativas que, en el caso de los quioscos situados en las proximidades de las fallas de la sección especial, puede llegar hasta 12.000 euros diarios. En la ciudad de Valencia y los alrededores existen entre 120 y 130 quioscos, y ninguno de ellos vende menos de 2.000 euros diarios durante las fiestas.
José Miguel advirtió, asimismo, que no se ha tenido en cuenta la especificidad de Valencia y un sector “ya tocado por la venta de tabaco”. Además, los quioscos “ya se habían preparado para la semana fallera realizando los encargos a las empresas suministradoras, ya que la ley prohíbe el almacenamiento de material explosivo.”
“Toda la vida ha habido petardos en los quioscos cumpliendo la normativa con las pertinentes licencias —concluyó nuestro compañero—, y llevamos muchos años en que ningún menor entra a comprar solo”.
Seguiremos informando.