

La Agencia Tributaria está trabajando con las organizaciones de autónomos para poner en marcha un nuevo régimen fiscal que permitiría a miles de autónomos quedar al margen del IVA y no tener que presentar sus autoliquidaciones trimestrales.
La idea que se está barajando es que todos los trabajadores por cuenta propia que facturen menos de 85.000 euros (100.000 euros sin están en actividades intracomunitarias) sólo tengan que presentar una declaración anual de sus ventas para demostrar que cumplen los límites para no estar sujetos a este impuesto indirecto.
Esta reforma nace de una directiva de la Unión Europea que entrará en vigor en 2025. Adoptar el régimen franquiciado del IVA depende de la decisión de cada Estado miembro.
Esta medida podría beneficiar a más de un millón de autónomos que facturan por debajo de dicho umbral.
Pretenden acabar con buena parte de la burocracia y los trámites intermedios que se realizan en la actualidad, ya que liquidar el tributo trimestralmente para rendir cuentas con Hacienda supone una gran carga administrativa para los negocios más pequeños, que la Agencia Tributaria y las organizaciones representativas del colectivo buscan simplificar.
Esto llevaría a que, a partir del momento de su entrada en vigor -que no se prevé antes de 2025-, ya no sería obligatorio incluir el impuesto en las facturas.
La diferencia entre el sistema actual y el nuevo sería abismal. Hasta ahora, el denominado régimen de criterio de caja en IVA impide que el que recibe la factura no se la puede deducir hasta que no le pagan y, sin embargo, él tiene que hacer frente a ese pago, aunque no lo haya cobrado, con el consiguiente perjuicio económico.
Con la nueva legislación, el franquiciado contará con un NIF de IVA, que permitirá al cliente identificar la admisión de la factura y quedar eximido de su pago.