Valencia, 21 de noviembre de 2017.

La ley de reformas urgentes del trabajo autónomo ha dejado fuera la cuota progresiva y otras medidas de protección para autónomos, pero no todo está perdido respecto a esta reivindicación histórica del colectivo de autónomos. La fase final de la tramitación de la nueva ley de autónomos ha coincidido con el inicio de la negociación de la Subcomisión para la Reforma del RETA.

Esta ley contempla que los autónomos puedan cambiar hasta cuatro veces al año su base de cotización para adecuarla mejor a los ingresos, pero no recoge la principal reivindicación de las asociaciones de autónomos que es cotizar directamente por los ingresos percibidos.

Actualmente lo que sucede concretamente en nuestro colectivo es que el propietario de un Kiosco de prensa de cualquier pueblo de España, tiene la misma obligación de cotización sobre las bases mínimas que una Notaría, una Farmacia, una Óptica, etc. de una gran ciudad. Así a simple vista parece que esto es claramente una gran injusticia.

Para llevar a cabo un estudio exhaustivo de la situación real del empleo autónomo, el Congreso de los Diputados aprobó, allá por el mes de febrero, la creación de una subcomisión en el seno de la Comisión de Empleo y Seguridad Social para el estudio de la reforma del Régimen Especial de Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos (RETA).

A petición de la propia Comisión, el objetivo era que en un periodo de seis meses (que ya se ha sobrepasado), se analizaría la situación de estos trabajadores y elaborarían una propuesta de actualización de la normativa, que hiciera posible ajustar sus contribuciones a los ingresos percibidos, entre otros. Además, mediante esta subcomisión se pretende alcanzar la equiparación de derechos y prestaciones de trabajadores por cuenta propia y ajena, promulgando reformas en relación con temas como:

– mejorar las cotizaciones y las prestaciones de este colectivo de trabajadores principalmente cuando ingresos del autónomo no superen el Salario Mínimo Interprofesional.

– ajustar la carga fiscal con los ingresos realmente percibidos por los trabajadores.

– concretar la figura de Trabajador autónomo a tiempo parcial o no habitual.

– nuevas formulas para el desarrollo de una actividad por cuenta propia en compatibilización con la jubilación.

– reformas en la prestación por jubilación con la intención de totalizar la vida laboral al completo.

 

Habrá que incluir medidas para quienes no lleguen al SMI y plantearse un mínimo exento de cotización. En manos de la subcomisión quedaría por determinar quién se podría acoger a esta ventaja y los mecanismos para su control.

El salario medio de un autónomo apenas sobrepasa los 750 € (según datos publicados por la Agencia Tributaria sobre el I.R.P.F. de 2014). Esta cifra es solo 43 € superior al Salario Mínimo Interprofesional, por lo que se entiende la necesidad de establecer un criterio económico claro respecto a la obligatoriedad de la cotización en el RETA, sobre todo teniendo en cuenta que uno de cada cuatro autónomos cobra menos de 900 € (estimaciones de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos).

Hasta el momento hay propuestas y previsiones.  Los trabajos de la Subcomisión deberían estar terminados antes de finalizar el año. Sólo entonces conoceremos si en 2018 los trabajadores por cuenta propia que no alcancen el SMI estarán exentos legalmente de darse de alta en el RETA y si podrán facturar sin ser autónomos.